La soledad es una grave enfermedad de los niños que hoy viven en las ciudades ricas

Francesco Tonucci
Entrevista a Francesco Tonucci........
Pregunta: Los niños también tienen algo que decir sobre la ciudad...
Respuesta: Claro, claro. Se podría hacer todo lo posible para que las ciudades sean lo que los niños esperan, desean, solicitan, porque sus deseos representan también los "deseos" de la ciudad. Hacer lo que los niños piden significa esencialmente defender el propio ser de la ciudad, conservar su naturaleza, su vocación de ser lugares de encuentro y de intercambio para todos los ciudadanos. La ciudad puede ser el lugar donde los deseos pueden hallar forma, donde las personas se pueden encontrar, donde pueden pasar y perder su tiempo, reencontrar los lugares del pasado, preparar el futuro. Donde los niños pueden crecer, descubriendo cosas nuevas, observando a los adultos, admirando los monumentos. Pueden aceptar, en cambio, ser arruinadas y borradas por los deseos más bajos de sus habitantes, en general de los más poderosos y prepotentes, por sus especulaciones, sus egoísmos, sus automóviles. Entonces las ciudades borran los deseos del anciano que quiere pasear, del niño que quiere jugar, del joven que quiere encontrar reserva e intimidad.
Pregunta: ¿Qué significa para un niño tener que decir ¡basta!?
Respuesta: Decir basta para un niño no significa volverse prepotente, desobediente o soberbio, como piensan muchos adultos. Al contrario, estos doce años de experiencia nos muestran claramente que los niños que no sólo conocen sus derechos, sino que también poseen instrumentos adecuados para defenderlos desarrollan un gran sentido de responsabilidad y de civismo. Saben comprender las situaciones, aunque consideran justo y una obligación rebelarse contra los abusos. Éste es el significado del nuevo logotipo de nuestro proyecto internacional La città dei bambini. En él, la niña, que representa a todos los niños, observa su ciudad, convencida de que podrá hacer algo para mejorarla, para salvarla. El tirachinas que sostiene a su espalda, simboliza sus armas: la palabra, los deseos, las ideas, la protesta. El Coliseo significa que la ciudad de Roma colabora con el CNR (Consejo Nacional de Investigaciones) en el proyecto internacional. Los niños, a los diez o a los once años se sienten ciudadanos, parte de su ciudad y responsables del bienestar de todos, especialmente de los más débiles.
Nota biográfica:
Francesco Tonucci, investigador del Instituto de Psicología del Consejo Nacional de Investigaciones (CNR) de Roma, ha dedicado su actividad profesional al estudio del pensamiento y del comportamiento infantiles en el ámbito de la familia, la escuela y la ciudad.En 1991 promovió y dirigió el proyecto "La ciudad de los niños" en el Ayuntamiento de la ciudad italiana de Fano y desde 1997 está a cargo del proyecto internacional del CNR que lleva el mismo nombre. Desde 2001 es responsable científico del proyecto "Roma, la ciudad de los niños" del Ayuntamiento romano.Ha publicado, entre otras obras, La ricerca come alternativa all insegnamento, Firenze, 1972 (La escuela como investigación, Barcelona, 1979); A tre anni si fa ricerca, Firenze, 1976 (A los tres años se investiga, Barcelona, 1988); La valuazione como lettura dell esperienza, Bologna, 1978; Guida al giornalino di classe, Roma-Bari, 1980 (Viaje alrededor de "El Mundo", Barcelona, 1981) y La città dei bambini, Roma-Bari, 2002, 7ª edición (La ciudad de los niños, Madrid, 2001, 4ª ed.).También es dibujante utiliza el pseudónimo FRATO- y ha publicado, entre otros, Con gli occhi del bambino, Milano, 1981 (Con ojos de niño, Barcelona, 1994); La solitudine del bambino, Firenze, 1995 (La soledad del niño, Barcelona, 1994).

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